
Llevamos poco más de un año con esta situación de Pandemia a nivel mundial y la incertidumbre y el miedo a contagiarse está muy presente. Sobre todo ocasionado por las frecuentes olas de contagio que azotan concretamente nuestro país de arriba abajo. Se puede llegar a sentir que se revive la situación inicial de Marzo una y otra vez.
Sentir miedo, aunque de entrada nos genere malestar, es una emoción básica que nos ayuda a sobrevivir, pero cuando este miedo se hace frecuente y altera las diferentes áreas de nuestra vida, la cosa cambia.
El miedo a morir podría decirse que es el mayor miedo universal y en esta situación actual de pandemia es como si todo el tiempo nos estuvieran recordando ese miedo a morir todo el tiempo. Claro que la forma de gestionarlo va a depender de cada persona y de su idiosincrasia.
Tener miedo a morir de Covid-19 está en alza actualmente en nuestra sociedad y las personas que además tienen hipocondría viven esta situación muy a flor de piel y si además estas personas se contagian realmente del virus, la situación empeora aún más para ellos/as.
En este artículo quiero desplegar un abanico de estrategias para confrontar ese miedo a morir o contagiarte de Covid-19.
ESTRATEGIAS PSICOLÓGICAS BÁSICAS PARA CONFRONTAR UNA SITUACIÓN DE PANDEMIA
Poner distancia a la sobreinformación: Estar todo el tiempo viendo las noticias, leyendo informaciones y muchas de ellas sin contrastar por internet, redes sociales, etc. Puede empeorar nuestro malestar y hacer crecer nuestro miedo reaccionando de forma fisiológica (palpitaciones, sudores, sensación de mareo, de pérdida de control, falta de aire…) de forma emocional (miedo, tristeza, frustración…) de forma mental (pensamiento obsesivos y repetitivos referentes a contagiarse o morir…).
Todo esto puede generar un posible ataque de pánico o un episodio de Ansiedad que puede o no mantenerse en el tiempo, dependiendo de cómo se gestione.
Higiene del sueño: Esta situación de pandemia ha sacudido el mundo laboral y tecnológico y muchos/as de nosotros/as hemos visto un cambio en esa área (teletrabajo, despidos…), por ende, esto significa más horas en casa y puede llevar a romper un poco con nuestros hábitos diarios influyendo a la hora de irnos a dormir y despertarnos. Lo recomendable sería, irse a la cama y despertarse sobre la misma hora y dejar fuera todo aparato tecnológico.
Actividad física: Mantenerse activo/a haciendo cualquier tipo de ejercicio diario para movilizar nuestro cuerpo y así los niveles de cortisol disminuirán. Esto se debe a que son los responsables del aumento de estrés que puede convertirse o provocar un episodio de Ansiedad o ataque de pánico.
Practica algún tipo de relajación o meditación: Hacer este tipo de prácticas genera un estado de calma, tranquilidad y equilibrio mental y emocional que por conectividad cala en nuestro físico.
ESTRATEGIAS PSICOLÓGICAS PARA CONFRONTAR EL MIEDO A MORIR O CONTAGIARTE DE COVID-19
El diario de miedo a morir: Una forma muy beneficiosa para gestionar esta emoción es la escritura. Es la herramienta más antigua que existe y que ya practicaban nuestros antepasados, pero no siempre se han tenido en cuenta sus efectos tan positivos.
Los estudios demuestran que cuando escribimos los síntomas fisiológicos del miedo disminuyen. Además de entrenar la introspección y nuestro propio razonamiento. La expresión de escribir ralentiza los procesos de pensamientos tan fugaces y rápidos que no nos dificultan la observación.
Consiste en describir todos los pensamientos relacionados con ese miedo, todas las veces que este miedo invada la mente. Es decir, detallar minuciosamente hasta las peores fantasías que provoca este miedo.
Verbalizo y comunico mi miedo: Cuando tenemos miedo solemos actuar de dos formas muy comunes. O bien nos silenciamos y evitamos hablar de lo que sentimos y no expresamos ese miedo. La otra sería todo lo contrario, comunicarlo tanto que hasta caer en lamentaciones todo el tiempo, recreándose en ese miedo una y otra vez.
Ambas formas de gestionar la situación no son las más adecuadas, porque esta emoción de miedo va a seguir creciendo.
Por lo tanto esta herramienta consiste en solicitar a un familiar o una persona conocida y con la que tengamos algún nivel de confianza, ya sea de forma presencial u online. Pedirle que durante un período de tiempo (de 15 a 30 minutos) permanezca practicando la escucha activa, sin ninguna intervención. Esta persona solamente tendrá que permanecer delante nuestra escuchándonos durante ese período de tiempo. Después cambiar totalmente de conversación o despedirse, pero nunca hacer mención a nada de lo que la persona les contó.
Los aspectos positivos de esta herramienta son varios. La persona siente que puede desahogarse. Además estará más relajada y concentrada el resto del día para seguir haciendo sus actividades.
También generará una reestructuración cognitiva y será capaz de tomar distancia de lo que expresa y de su sufrimiento, ya que cada vez que habla no obtiene ningún estímulo que pueda reforzarla de alguna manera.